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miércoles, 19 de febrero de 2025

MEDITACIÓN GASSHO (en japonés: dos manos que se juntan)

                                           

Recuerdo en cierta ocasión, tras una meditación grupal, una practicante de Reiki comentó que ella nunca solía meditar. ¿Haces Reiki y no meditas?, le pregunté extrañada, pues no concibo una cosa sin otra, la verdad. Ella me dedicó una mirada entre extrañada y molesta por mi observación, y explicó que llevaba muchos años como reikista, dando a entender que nunca le habían hablado de la meditación como una de las prácticas habituales en  Reiki; sin ir más lejos es con una pequeña meditación como conectamos con esa energía.  

Tampoco yo he estudiado específicamente meditación, aunque sí he participado en grupos de meditación, y desde que me inicié en Reiki no he dejado de practicarla de una u otra manera, muchas veces de forma intuitiva. Como practicante y maestra de Reiki, considero que la práctica que paso a explicar a continuación -Gassho-  facilita mucho la incursión natural en la meditación, y como ya son bastantes las personas que conozco y he tratado, que dicen sentirse incapaces de meditar, se me ha ocurrido recordar y proponer esta sencilla técnica, que nos ayuda muchísimo a estar centrados y a evitar en buena medida que la atención se nos disperse por ahí con pensamientos que no paran de acudir a nuestra mente.


-Para empezar, nos colocamos sentados, con las piernas cruzadas o en una silla, la espalda recta (podemos también apoyarla contra la pared), cerramos los ojos y juntamos las palmas de las manos, pegando los dedos, como en posición de rezo. De esta manera lo que hacemos es coordinar ambos hemisferios cerebrales, cuyos puntos reflejos se encuentran precisamente en los dedos, aparte de muchas terminaciones nerviosas y meridianos (como el meridiano de pericardio, que termina en los dedos medios). Las palmas de las manos se pueden ahuecar un poco o no, tampoco se trata de forzar nada. 

Colocamos las manos frente al pecho, con los pulgares cerca de la glándula timo (situada en la parte superior del tórax, por encima del corazón y debajo del esternón), cerramos los ojos y centramos nuestra atención en la punta de los dedos medios (los más largos). Al respirar, notaremos cómo el aire que expulsamos roza los dedos.

Haremos respiraciones abdominales, llevando el aire al hara, centro energético situado a unos tres dedos por debajo del ombligo, muy cerca de la columna. Inspiramos por la nariz, con la lengua pegada al paladar, y espiramos preferentemente por la boca, bajando la lengua. La ventaja de este sistema es que nos permite enfocarnos primero en el ritmo de la respiración para después hacerlo en la punta de los dedos y mantenernos cada vez más distantes del ruido mental. No se trata de ahuyentar nuestros pensamientos o vaciar la mente, se trata de observarlos sin juzgarlos -esto es importante- y dejarlos marchar.

Si mantener las manos en esa posición nos resulta cansado, podemos colocarlas sobre nuestro regazo.  Se recomiendan de 20 a 30 minutos diarios, aunque se puede empezar con menos tiempo e incrementarlo poco a poco de forma natural.


El objetivo básico de la meditación Gassho es elevar nuestro nivel de vibración y de conciencia, algo fundamental para el practicante de Reiki y deseable para todo el mundo.


Si no sabes cómo empezar a meditar, Gassho es una buena opción, te invito a probarla. 






 


lunes, 9 de diciembre de 2019

¿QUÉ SON LOS REGISTROS AKÁSHICOS Y PARA QUÉ SIRVEN?





Akasha es una palabra que en sánscrito quiere decir éter, cielo o espacio. En este espacio, que no es físico sino energético, estaría guardada toda la información del universo y, en lo que concierne a nosotros, toda la información de nuestra alma en todas las líneas temporales y realidades que ésta ha ido experimentando y creando, que es lo que conocemos como Registros Akáshicos.

Los Registros no son un método de adivinación, aunque sí que pueden mostrarnos alguna información de las futuribles realidades que se podrían crear en función de las decisiones que tomemos en cada circunstancia. Tampoco deben ser usados simplemente para satisfacer nuestra curiosidad, pues no es esa su función.

Las lecturas de Registros Akáshicos son una herramienta magnífica para el autoconocimiento y el crecimiento personal. Con ellas logramos ir al origen de nuestros problemas, comprender y ser conscientes de lo que nos está pasando para poder ponerle remedio. Otro aspecto a tener en cuenta es que siempre recibiremos de ellos información útil y adecuada al momento en que la solicitamos y siempre para nuestro mayor bien. De nuestro Yo Superior no recibiremos jamás reproches ni juicios, tan sólo consejos e información que somos libres de tomar o dejar.

¿Por qué recomendaría una lectura de Registros?


Hablando desde mi experiencia personal, reconozco que a mí me han servido para profundizar en mi autoconocimiento y a aceptarme tal como soy. Han sido y siguen siendo de gran ayuda para reconocer mi propio potencial y animarme a darle salida.

Habitualmente las personas que solicitan una lectura de Registros intuyen también que necesitan dar un paso más allá en su desarrollo personal y que no van a encontrar respuestas fuera de ellas, sino más bien en su interior y buscan esa conexión a través de los Registros Akáshicos. Con frecuencia recurren a esta herramienta cuando están pasando por momentos difíciles o situaciones que les desbordan o atrapan o no comprenden, o sencillamente sienten que están bloqueadas o desubicadas.
Con esta herramienta se consiguen vencer reticencias y actitudes negativas, comprender el origen de algunos temores y angustias o aceptar y a menudo sanar relaciones que nos hacen sentir culpables o de cuyo fracaso culpamos a los otros.
Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla , habría dicho Napoleón y eso mismo podría decirse del conocimiento de la Memoria de nuestra alma.
Lo que conseguimos desde la perspectiva de los Registros es la comprensión y aceptación natural de nuestras actitudes, acciones y vivencias del presente como parte del aprendizaje integral de nuestra alma y su sanación.


El proceso de sanación

Siempre se dice que el solo hecho de traer al plano consciente la información que nos revela nuestra alma ya es en sí mismo sanador y así es. A esto añadiremos durante la lectura una petición de sanación concreta que se formula directamente a nuestro Yo Superior, en la que el poder de la intención desempeña un papel muy destacado permitiéndonos limpiar todos aquellos bloqueos energéticos originados a nivel de nuestra mente subconsciente y del alma, que pueden estar obstaculizando nuestra sanación tanto a nivel físico, como mental, emocional, material o espiritual.
La limpieza y reprogramación energética que se producen durante y después de la lectura se mantienen en el tiempo y no es raro que tengan efectos sanadores incluso a nivel físico.


¿Qué se puede consultar en una lectura?

Todo aquello que de algún modo nos impide avanzar, por ejemplo:  

-Bloqueos en nuestras relaciones personales o sociales
-Patrones mentales y emocionales negativos, creencias limitantes
-Bloqueos respecto al trabajo, la abundancia y prosperidad
-Bloqueos emocionales:  fobias, temores, angustia, depresión, duelos…
-Interrogantes respecto a nuestra misión de vida, aprendizajes, lecciones de vida, dones y talentos....

¿Con quién y cómo trabajamos con esta herramienta?

Nos conectamos a la energía de los Registros Akáshicos a través de nuestro Yo Superior (esa parte nuestra que no vemos, con una conciencia muy superior), él es quien nos va informando y guiando a lo largo de toda la investigación. En mi caso me sirvo al mismo tiempo de la radiestesia y unos gráficos para facilitar el acceso a la información, siguiendo un protocolo mediante el cual se procede a buscar programas y energías disonantes que pudieran estar bloqueando al consultante. Dichas energías pueden provenir de situaciones ocurridas tanto en el pasado como en el presente, en esta vida o en alguna otra simultánea o paralela (que pueden estar interfiriendo). Y como a estos niveles del alma no existen ni el tiempo ni el espacio, lógicamente la lectura y sanación puede hacerse tanto presencialmente como a distancia, sin que por ello disminuya su eficacia.

¿Qué requisitos hay que cumplir para hacerse una lectura de Registros?

Ante todo se debe contar con el permiso consciente del solicitante o consultante. En caso de que no sea posible (por convalecencia u otro estado incapacitante), bastará con el del familiar cercano que solicite en su nombre la apertura de sus Registros.
No está permitido hacer lecturas de Registros a mujeres embarazadas, puesto que en este estado la energía de madre e hijo están intrínsecamente unidas y no sabemos qué efectos podría tener sobre la evolución de la criatura que se está gestando.
Tampoco suele recomendarse la apertura de Registros a niños menores de ocho años y muchos lectores de Registros opinan que no ha de hacerse hasta haber cumplido la mayoría de edad para no interferir en su desarrollo evolutivo. En estos casos conviene hacer la lectura a través de los Registros de los padres, que a menudo bastan para proporcionar la información que se desea conocer.

¿Cuántas sesiones se necesitan?

Depende de cada persona. En cada sesión suelen abordarse entre cuatro y cinco cuestiones. Generalmente se hacen primero limpiezas de los temas o bloqueos puntuales más apremiantes.  Luego es el consultante quien decide continuar o no con más lecturas, según sus necesidades. Aunque siempre se aconseja espaciar un poco las lecturas para la correcta asimilación y asentamiento de las nuevas energías que el consultante recibe durante y después de ellas.

Imagen de nebulosa captada por el telescopio Hubble



Si deseas una lectura, puedes contactar conmigo desde aquí o a través de Facebook para informarte.  https://www.facebook.com/kineeterapiasenergeticas 










domingo, 8 de diciembre de 2019

LA ESTRELLA DE LA TIERRA



A menudo, cuando nos referimos al sistema de los chakras principales o secundarios, nos olvidamos de los llamados chakras transpersonales: La Puerta de las Estrellas, la Estrella del Alma, el chakra Causal, la Estrella del Núcleo y la Estrella de la Tierra.

 El Chakra Estrella de la Tierra es un chakra transpersonal situado fuera de nuestro cuerpo, a unos 15-30 cm por debajo de nuestros pies, que nos permite anclar nuestro cuerpo de luz en la Tierra. Necesitamos mantener este chakra conectado para poder manifestarnos plenamente a nivel físico y desarrollarnos del mismo modo a nivel espiritual.

La Estrella de laTierra trabaja formando un triángulo en combinación con los chakras de las plantas de los pies, que nos conecta directamente con el centro de la Tierra. De este modo, por un lado nos permite absorber la energía de la Tierra (indispensable para nuestro desarrollo más material y físico, para identificarnos con nuestro cuerpo o, lo que es lo mismo, nuestra existencia material y arraigo terrenal) y por otro nos permite descargar en ella el exceso de energía que absorbemos. No es extraño observar pues, que personas que sufren bloqueos en estos chakras precisamente padezcan esa sensación de desubicación, de "no pertenencia" o desarraigo de la Tierra. Cuando estamos en armonía con el elemento Tierra, con su energía, nos sentimos acogidos, seguros y cómodos, nos sentimos en casa.

Si queremos queremos estar saludables a nivel energético, conviene mantener en forma este chakra realizando regularmente ejercicios de enraizamiento, bien desde el chakra raíz, los chakras plantares y/la Estrella de la Tierra.

El contacto con la Naturaleza favorece la carga y descarga de nuestras energías. Usar piedras negras para llevar encima o meditar con ellas (entre ellas la cianita negra es la más recomendable, pues ayuda al mismo tiempo a conectar con Tierra, a restablecer el flujo energético de los canales y a alinear los chakra), dar pasos enérgicos sintiendo el suelo bajo nuestros pies y la energía de la Tierra, caminar descalzos, abrazar un árbol o tumbarse directamente sobre la tierra, son prácticas que pueden ayudarnos a mantener a punto estos chakras inferiores.


Cianita negra

LECTURA DE REGISTROS PARA RELACIONES DE PAREJA


En todas las relaciones que establecemos a lo largo de nuestra vida creamos vínculos energéticos, unos más profundos y duraderos que otros. Entre todos esos vínculos, sin duda uno de los que más huella deja es el de la relación de pareja y ello se debe a que exige de nosotros una fuerte implicación a todos los niveles. Los enganches emocionales, la dependencia, los problemas de comunicación, el reparto desequilibrado de roles, etc, son algunas de las causas que pueden bloquearnos e impedir una relación fluida.




Las relaciones de pareja, como cualquier otra relación humana (hermanos, padres, amigos, socios...), pasan por buenos y malos momentos, es inevitable. En los buenos momentos todo fluye con normalidad, hay respeto y comprensión mutua y complicidad. En los malos momentos sin embargo, es cuando nos asaltan las dudas y nos planteamos preguntas. Podemos encontrarnos simplemente con una crisis pasajera o con los prolegómenos de una ruptura y en ambas situaciones es casi inevitable que surjan las preguntas de rigor tanto por una como por ambas partes:
¿Qué nos está sucediendo y por qué? ¿Por qué no somos capaces de superar esta situación? ¿Qué aprendizaje tenemos que hacer de todo esto o qué podemos hacer para superarlo? ¿Por qué estoy con esta persona o qué aporta a mi vida? Tengo la sensación de haber vivido esto antes y no me apetece repetir la experiencia, ¿qué puedo hacer? ¿Se trata de una relación kármica?

¿De qué forma nos ayudan los Registros Akáshicos?

La anterior relación de preguntas ya nos pone sobre la pista de qué clase de información pueden aportarnos los Registros y de los temas que preocupan en una pareja.
La información que recibimos de los Registros nos ayuda desde el mismo momento en que tomamos conciencia de lo que que está sucediendo, del porqué, del cómo, del para qué. Tomar conciencia es comprender, es aceptar. Una vez dado este paso queda abierto el camino a una posible sanación. Sanación no debe entenderse exclusivamente como la resolución del conflicto, sino como una serie de cambios -a veces sutiles, otras no tanto- que van produciéndose en el seno de la pareja a raíz de esa toma de conciencia ya sea de una sola o de ambas partes. Y si bien es verdad que la lectura de Registros puede contribuir a que esa comprensión o conciencia se pueda transformar en un acuerdo de paz, también es cierto que dependerá del libre albedrío de cada parte, si decide o no mantener la relación.



  

¿Cómo se realiza una lectura de parejas?  

En lo que se refiere al consultante, pueden solicitar una lectura conjunta los dos miembros de la pareja, cosa poco habitual, o bien una de las partes la solicita individualmente, que suele ser el caso más común. Y si bien es cierto que para hacer una lectura de Registros es condición indispensable contar con el consentimiento de la persona a la que se le van a abrir, en el caso de las parejas basta con el permiso de una sola de las partes para abrir los Registros de ambos.

El proceso de la lectura en pareja sigue con la apertura simultánea de los Registros de cada una de las partes, realizándose alternativamente las mismas preguntas al Yo Superior de una y otra parte en todo lo que afecta a temas comunes: aprendizajes que la pareja tiene que hacer en común, número de veces que han encarnado juntos como pareja, como hermanos, padres, etc. deudas kármicas, bloqueos que les están afectando... Igualmente se puede indagar en el perfil espiritual de cada miembro, como el origen del alma y su especialidad o las lecciones que tienen que aprender uno del otro, lo que también ayudará a comprender el por qué de ciertas actitudes o por qué cada cada uno reacciona de modo distinto ante la misma situación.

El mismo modelo de lectura puede aplicarse,como ya he apuntado, a otro tipo de relaciones -hermanos, padres, socios, amigos- siempre y cuando exista un vínculo activo entre ambos miembros. De este modo podríamos preguntar por ejemplo si un negocio prosperará al asociarnos con tal amigo o familiar, si somos compatibles con determinada persona como para arriesgarnos a emprender algo juntos...

Para concluir, recuerdo que los Registros sólo nos darán la información que precisemos en el momento en que la solicitemos, siempre para nuestro mayor bien y el de todos los involucrados, y que de ninguna manera debe emplearse este recurso para satisfacer nuestra curiosidad sobre la otra persona, pues se corre el riesgo o bien de no recibir respuestas o bien de que estas no sean fiables.


Si te animas a solicitar tu lectura de pareja, contacta conmigo por aquí, a través del email mtmarber@gmail.com     o a por facebook:  https://www.facebook.com/kineeterapiasenergeticas






miércoles, 23 de octubre de 2019

ENTREVISTA A MIKE BOXHALL


Mike Boxhall no parece estar muy de acuerdo con lo que opinaba Aristóteles sobre la felicidad como propósito de vida, objetivo y fin de la existencia humana.  Para Boxhall buscar la felicidad es alejarse de ella.  Según él, el trabajo espiritual no consiste en eso, "no se trata de ir en busca de un objeto, sino de recuperar el sujeto que eres". 
En esta entrevista, Boxhall, psicoterapeuta y terapeuta craneosacral, nos ofrece una visión muy serena sobre lo que él denomina la "travesía espiritual", insistiendo en que lo lógico es enfocarse en el proceso (y disfrutarlo) no en el objetivo.  





"Los traumas se liberan si son escuchados sin juicio"
Entrevista a Mike Boxhall, por Silvia Díez




Mike Boxhall es un terapeuta craneosacral con una sensibilidad exquisita y una inmensa sabiduría. Sus manos sanan en lo más profundo.
Mike Boxhall

Sus manos son tan grandes en la realidad como poderosas cuando se posan sobre sus pacientes. A través de ellas asegura poder escuchar el alma de las personas que, según nos cuenta, se expresa siempre en el cuerpo de estas. Y la escucha profunda las transforma.


Mike Boxhall, psicoterapeuta y terapeuta craneosacral británico con una amplia trayectoria, expresidente de la Craniosacral Therapy Association (CTSA) del Reino Unido, hace 15 años que pasa la mayor parte del tiempo viajando por Estados Unidos, Sudamérica y Europa para enseñar su particular técnica de contacto a terapeutas craneosacrales.

Una forma de trabajar que llenó durante años su consulta de parejas que buscaban resolver su infertidad y que lo ha convertido en «abuelo» de más de cincuenta niños.

MIKE BOXHALL, PSICOTERAPEUTA Y TERAPEUTA CRANEOSACRAL
Su técnica se enraiza en la terapia craneosacral, un método desarrollado por el doctor estadounidense Andrew Taylor Still, que descubrió que los huesos del cráneo, el cerebro, la médula espinal y las meninges están conectados con el sacro y en todos ellos existe un movimiento rítmico impulsado por el fluido cerebroespinal. Este ritmo expresa los desequilibrios del organismo.


Pero Mike Boxhall, que se nutre también del psiquiatra Carl Gustav Jung y se asienta en el budismo, después de años de práctica ha llegado a sus propias conclusiones sobre la vida, la enfermedad y los misterios que las conforman.

—¿Cómo se define?
—Me gusta verme a mí mismo como un puente entre la ciencia y la sabiduría ancestral. Soy psicoterapeuta y terapeuta craneosacral; es decir, trabajo con la mente y con el cuerpo. Soy también el puente entre ambos y me gusta contribuir a que las personas descubran e integren la espiritualidad en su cuerpo.

Se habla mucho de espiritualidad sin tener en cuenta que cualquier experiencia espiritual tiene lugar en el cuerpo y corresponde a una sensación. La espiritualidad es ante todo una experiencia sensorial, de lo contrario estaríamos ante un concepto, hablaríamos de ella, pero sin saber realmente qué es.

—Y este asentamiento de la espiritualidad que usted propicia, ¿es realmente sanador?
—La sanación tanto del cuerpo como de la mente y el alma es el resultado de la completa aceptación, lo más fácil y lo más difícil a la hora de vivir. Lo digo muy a menudo: no hay ningún sitio al que se tenga que ir, todo está en su sitio, solo tenemos que despertar. Buscando la felicidad, nos alejamos de ella.

Solo hace falta presencia y quietud. La quietud es un estado en el que somos conscientes de lo que está ocurriendo sin dejarnos atrapar por ello ni apegarnos. Lo que yo facilito es que las personas entren en contacto consigo mismas y vean quiénes son, de dónde proceden…

Y en el núcleo de mi trabajo está la integración de los principios femenino y masculino, tal y como fueron definidos por Jung. No estoy hablando de géneros. Lo femenino y lo masculino solo pueden ser integrados mediante la confianza.

Se dice que el pensar es masculino y la intuición es femenina. El mundo en todos los ámbitos –y también en la medicina– tiene exceso de masculino y ha ido suprimiendo lo femenino. En estas condiciones nunca podremos sentirnos ni completos ni equilibrados.

El trabajo espiritual significa también para mí reequilibrar estos dos principios y regresar a la sensación de plenitud.

"Todo parece conducir hacia una misma dirección: honrar el corazón, cuya máxima expresión es la confianza y no la búsqueda".

—¿Y cómo podemos recuperar el equilibrio; es decir, recuperar nuestro aspecto femenino?
—Se trata básicamente de rendirse, de entregarse. Se trata de abandonar los procesos que tienen lugar en la cabeza para permitir que emerja la Inteligencia con mayúsculas, una Inteligencia localizada en el corazón.

Es aprender a funcionar con el corazón, que es la fuente de sabiduría auténtica –sofía en griego–, acompañados por el cerebro, pero de una forma más equilibrada. Actualmente los científicos cuestionan la soberanía del cerebro y son muchos los que aseguran que es el corazón quien nos dirige.

Todo parece conducir hacia una misma dirección: honrar el corazón, cuya máxima expresión es la confianza y no la búsqueda. Cuanto más dejamos ir, más cerca estamos de la Inteligencia misma, que es la fuente del universo.

—¿Y esto es la salud?
—Absolutamente. Mi trabajo es un viaje emprendido entre dos o más personas a un nivel del ser donde no hay enfermedad. Cuanto más capaces somos de rendirnos, de deshacernos de corazas y de aceptar lo que somos, más cerca estamos de la fuente de Todo.

Y al visitar o tocar este sitio tan profundo, entonces, según mi experiencia, es posible regresar a tu vida cotidiana sin que vuelvan tus patologías contigo. Es un renacimiento en el presente porque descubres una dimensión más profunda de ti, tu esencia, lo que eres en realidad.

Y para mí en eso consiste el trabajo espiritual: no se trata de ir en busca de un objeto, sino de recuperar el sujeto que eres.

—Uno de sus lemas, y algo que repite a sus alumnos, es: "Deja que el trabajo haga el trabajo".
—Sí. La mayoría del conocimiento acaba siendo una limitación. Así que yo regreso al "no sé". Los científicos aseguran que el 90% de nuestras patologías surgen del estrés, que toma forma a nivel físico y psicológico. Después alguien viene, lo etiqueta y acaba tratando la etiqueta, olvidándose de la persona.
Embarcarse en una travesía espiritual significa entrar en lo desconocido y en lo ilimitado, y eso puede asustar porque no sabemos lo que estamos haciendo. Es lo que enseño a mis alumnos: ningún objetivo, y aprender a confiar en el proceso. Si supieras a dónde vas ya sería una limitación.
Muestro que me puedo dejar ir, y ¿qué es lo que suelto? Mis limitaciones. Mi pequeño "yo" para acercarme a lo infinito. No hay éxito ni fracaso, no hay copas de plata, solo hay aprendizaje y expansión de la conciencia.

—¿Y cuál es, en concreto, el papel de la terapia craneosacral en este trabajo espiritual?
—La terapia craneosacral es una forma muy bella de entrar en contacto y de establecer una primera conexión con el cuerpo, pero después voy más allá y me digo: "No sé. Yo confío". Y allí empiezan a suceder cosas...
Pongamos que trabajo ahora con Diana, que está aquí con nosotros. Estaría en contacto físico con ella, pero mis manos no son emisoras, sino que simplemente reciben a la persona. Las dos grandes necesidades de un ser humano son ser sostenido y ser escuchado. Y casi nunca las tenemos cubiertas.
Mi trabajo simbólico se basa en sostener y escuchar a la persona a través de mis manos.

—¿Es importante colocar las manos en el sitio adecuado?
—No es relevante el lugar donde se colocan las manos en el cuerpo de la persona porque no trato órganos ni partes, sino que sostengo el Ser.

Y a medida que ese Ser se siente escuchado, sin ser juzgado ni analizado –lo que en muchas ocasiones es algo extraordinario para él–, entonces empieza a confiar en que está bien tal como es y puede encontrar el coraje suficiente para adentrarse de forma profunda en su sufrimiento.
El paciente confía en que va a seguir siendo sostenido aunque visite sus lugares más oscuros y se permite a sí mismo explorarlos. Lo mágico es que esos traumas enterrados durante años, ahora escuchados y recibidos sin juicio, se sueltan, aquello contra lo que se han pasado la vida reaccionando de pronto desaparece por el simple hecho de ser atendido.

—Se puede decir que el cuerpo le cuenta su historia…
—No sé cuál es la historia porque esto sería una limitación. Lo que sepa siempre será una limitación en el proceso. Lo importante es lo que siente la otra persona, el paciente. Yo animo a mis alumnos a crear las condiciones para que el paciente se empodere y tome conciencia de sus patrones habituales de comportamiento. Pero incluso bajo esas condiciones hay historias.
Una mujer que estoy tratando actualmente tenía unos cuatro años cuando cogió el teléfono tal y como cogen las niñas el teléfono a esa edad, descolgando rápidamente y diciendo: "Hola". Entonces una voz le dijo: "Deberías ir a buscar a tu madre porque tu padre ha sido asesinado".
A lo largo de los años siguientes fue perdiendo audición gradualmente y ahora está totalmente sorda. Limitó su escucha debido a este episodio. Estoy ahora trabajando con ella y espero que también, de forma gradual, vaya mejorando, pero ya veremos.

—¿Qué es lo que nos enferma?
—Creo que en buena medida tiene que ver con no estar presentes y estar atados a asuntos no digeridos que continúan fermentando dentro de nosotros. La tendencia a castigarnos cuando no somos perfectos, una energía que nos mantiene atrapados en la insatisfacción.
Y el cuerpo encuentra la manera de expresar su descontento, su sufrimiento o el trauma vivido, que puede no ser propio sino de los padres y también puede afectarnos. La solución pasa por regresar al presente, donde la causa de este sufrimiento ya no existe, y responsabilizarse en lugar de seguir en el papel de víctimas.
En ese momento de consciencia presente se encuentra la posibilidad de abrir una puerta para soltar lo que nos atormenta. Simplemente expandiendo la conciencia se observa la transformación de las personas.

A sus 85 años, Mike Boxhall irradia energía. Lleva 45 años como terapeuta craneosacral y psicoterapeuta, pero antes fue empresario, militar y plantador de caucho. El acercamiento al budismo y la psicología de Jung cambió su vida. Ahora busca crear un modelo coherente de terapia corporal que integre mente y cuerpo. Entre sus libros destacan Conversaciones en quietud (Ed. Advaitia, 2015), y La silla vacía (Ed. El grano de mostaza, 2012).

https://www.cuerpomente.com/salud-natural/mente/entrevista-mike-boxhall_2334?fbclid=IwAR3jwL_XhGFvxj0YQeg4enUojqXmQjbgMnTY26YzJOXlGWdj_KYkL9KL33c