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miércoles, 19 de febrero de 2025

MEDITACIÓN GASSHO (en japonés: dos manos que se juntan)

                                           

Recuerdo en cierta ocasión, tras una meditación grupal, una practicante de Reiki comentó que ella nunca solía meditar. ¿Haces Reiki y no meditas?, le pregunté extrañada, pues no concibo una cosa sin otra, la verdad. Ella me dedicó una mirada entre extrañada y molesta por mi observación, y explicó que llevaba muchos años como reikista, dando a entender que nunca le habían hablado de la meditación como una de las prácticas habituales en  Reiki; sin ir más lejos es con una pequeña meditación como conectamos con esa energía.  

Tampoco yo he estudiado específicamente meditación, aunque sí he participado en grupos de meditación, y desde que me inicié en Reiki no he dejado de practicarla de una u otra manera, muchas veces de forma intuitiva. Como practicante y maestra de Reiki, considero que la práctica que paso a explicar a continuación -Gassho-  facilita mucho la incursión natural en la meditación, y como ya son bastantes las personas que conozco y he tratado, que dicen sentirse incapaces de meditar, se me ha ocurrido recordar y proponer esta sencilla técnica, que nos ayuda muchísimo a estar centrados y a evitar en buena medida que la atención se nos disperse por ahí con pensamientos que no paran de acudir a nuestra mente.


-Para empezar, nos colocamos sentados, con las piernas cruzadas o en una silla, la espalda recta (podemos también apoyarla contra la pared), cerramos los ojos y juntamos las palmas de las manos, pegando los dedos, como en posición de rezo. De esta manera lo que hacemos es coordinar ambos hemisferios cerebrales, cuyos puntos reflejos se encuentran precisamente en los dedos, aparte de muchas terminaciones nerviosas y meridianos (como el meridiano de pericardio, que termina en los dedos medios). Las palmas de las manos se pueden ahuecar un poco o no, tampoco se trata de forzar nada. 

Colocamos las manos frente al pecho, con los pulgares cerca de la glándula timo (situada en la parte superior del tórax, por encima del corazón y debajo del esternón), cerramos los ojos y centramos nuestra atención en la punta de los dedos medios (los más largos). Al respirar, notaremos cómo el aire que expulsamos roza los dedos.

Haremos respiraciones abdominales, llevando el aire al hara, centro energético situado a unos tres dedos por debajo del ombligo, muy cerca de la columna. Inspiramos por la nariz, con la lengua pegada al paladar, y espiramos preferentemente por la boca, bajando la lengua. La ventaja de este sistema es que nos permite enfocarnos primero en el ritmo de la respiración para después hacerlo en la punta de los dedos y mantenernos cada vez más distantes del ruido mental. No se trata de ahuyentar nuestros pensamientos o vaciar la mente, se trata de observarlos sin juzgarlos -esto es importante- y dejarlos marchar.

Si mantener las manos en esa posición nos resulta cansado, podemos colocarlas sobre nuestro regazo.  Se recomiendan de 20 a 30 minutos diarios, aunque se puede empezar con menos tiempo e incrementarlo poco a poco de forma natural.


El objetivo básico de la meditación Gassho es elevar nuestro nivel de vibración y de conciencia, algo fundamental para el practicante de Reiki y deseable para todo el mundo.


Si no sabes cómo empezar a meditar, Gassho es una buena opción, te invito a probarla.